El misterioso proceso de evolución de las ideas y algunos ejemplos griegos

¡Hola! Bienvenidx a “¿Por qué? No hay por qué”, el newsletter bimensual en el que hablamos de diseño de juegos y como volvernos changos en el proceso.

Yo no sé gran cosa de mitos griegos ni filósofos clásicos, pero en la investigación para este newsletter en particular aparecieron constantemente. Resulta que eran amigos de la paradoja los griegos de antaño. Me vino al pelo.

Vas a encontrarte con mas preguntas que de costumbre (que ya son muchas), estás avisadx.

Gracias a esta genia por describir con tal claridad mis sentimientos.

El mismo juego siempre

Siguiendo la línea de la edición anterior, por estos días estoy ocupando casi el 100% de mi tiempo en desarrollar el mismo juego de siempre. Ya establecimos que con distinto color y forma siempre trabajo sobre lo mismo, generar sorpresa. En este caso es incluso más obvio porque sucede que el nuevo juego de Todo.Normal lo diseñe hace más de 10 años.

El original estaba pensado para dispositivos digitales, tenía una historia, personajes y un montón de ilustraciones acorde a la temática. El que voy a lanzar es analógico, no tiene historia ni personajes, pero sigue siendo el mismo juego. ¿O no?

2 versiones incompletas

Para tratar de encontrarle una respuesta a la pregunta apelo a la ayuda de filósofos griegos y sus paradojas ¿Por qué? No hay por qué.

Nadie cruza el mismo río dos veces

El filósofo griego Heráclito, entre otros, afirma:

«Ningún hombre puede cruzar el mismo río dos veces, porque ni el hombre ni el agua serán los mismos».

Heráclito

La afirmación presenta otras preguntas en sí mismas inabarcables: ¿Qué es el río? ¿Qué es el hombre? y ¿Cuanto tiene que cambiar cada uno para dejar de ser lo que era?.

Digamos que el río es el agua, en el caso de mi juego eso sería la mecánica central. Desde ese punto de vista, es el mismo juego.

Ahora pensemos que el río es el cauce y ahí el paralelismo se daría con el medio en que se juega, digital vs analógico. En ese caso no tendría problema en afirmar que estoy trabajando en un nuevo juego.

Pero por supuesto que ni una cosa ni la otra son verdaderas, un juego al igual que un río es un conjunto de elementos, no una cosa. Con lo que todavía no nos acercamos a nada que se parezca a una respuesta, pero nos movemos.

El barco de Teseo

Otro ejemplo de cosas que cambian pero son la misma, o no, ya no se ni que pensar.

“El barco en que Teseo y la juventud de Atenas retornaron de Creta tenía 30 remos, fue preservado por los atenienses por cientos de años, ya que a medida que se deterioraban tomaron cada tabla vieja y la reemplazaron con una nueva más resistente. Al punto de que el barco se convirtió en un caso ejemplar entre los filósofos a causa de la pregunta lógica sobre todo lo que crece, un grupo mantenía que el barco era el mismo mientras el otro que era uno distinto.”

-Plutarco

Una situación similar al ejemplo del río, pero esta vez un poco más concreto, porque la cosa (el barco o el juego) cambió solo en una dimensión. Cambiaron las partes que lo componen y no su funcionalidad.

Aristóteles dice que las cosas tienen varias causas o razones que las describen. En este caso el barco de Teseo tiene una Causa Formal (el diseño) y una Causa Material (las piezas con que fue construido), y ya que las características de diseño no se modificaron el barco seguiría siendo el mismo en su Causa Formal.

Ya nos vamos acercando porque bajo este paradigma puedo decir que la Causa Formal del juego de los piratas se mantiene en un 80%. Un 80% de cambios que podríamos llamar cosméticos, ya que los nuevos elementos que ocupan el lugar de los viejos cumplen la misma función.

No es simple esto de trabajar sobre ideas viejas.

No es el barco de Teseo, pero ponele que fuese así.

Aquiles, la tortuga y yo

Otro griego al que le gustaba jugar con las ideas y confundir fué Zenón, en este caso con Aquiles y una tortuga como protagonistas. Lo describe Borges:

Aquiles, símbolo de rapidez, tiene que alcanzar la tortuga, símbolo de morosidad. Aquiles corre diez veces más ligero que la tortuga y le da diez metros de ventaja. Aquiles corre esos diez metros, la tortuga corre uno; Aquiles corre ese metro, la tortuga corre un decímetro; Aquiles corre ese decímetro, la tortuga corre un centímetro; Aquiles corre ese centímetro, la tortuga un milímetro; Aquiles el milímetro, la tortuga un décimo de milímetro, y así infinitamente, de modo que Aquiles puede correr para siempre sin alcanzarla. Así la paradoja inmortal.

Jorge Luis Borges- La perpetua carrera de Aquiles y la tortuga.

El mundo físico tiene limitaciones que nos es difícil atravesar con la lógica, pero por suerte las ideas y los procesos de diseño pueden pasar de un estado a otro instantáneamente sin atravesar estados intermedios infinitos. Puedo elegir que el medio del juego sea analógico y no digital en un instante, aún si para llegar allí recorrí mil caminos en paralelo.https://www.youtube-nocookie.com/embed/skM37PcZmWE?rel=0&autoplay=0&showinfo=0

Al respecto, yo tengo un juego mental que todavía me genera intriga y no se parece en nada, pero a la vez es muy similar al ejemplo de Zenón.

Supongamos que aceptas no cortarte las uñas de las manos durante un año a cambio de 1 millón de dólares. ¿Lo harías también por 999.999$ en vez de un millón? ¿Y por 999.998$? ¿Cuál es el límite? ¿Cuando decís “Por ese monto no lo hago”?

Yo

De vuelta a la transformación del juego de hace 10 años al actual, sigo preguntando ¿En qué momento decidí que el original ya era un nuevo juego? ¿Cuando dejé de pensar en personajes para ir a lo abstracto o tal vez al cambiar la cantidad de turnos totales de 12 a 8? No lo sé, como Aquiles y la tortuga, posiblemente sea imposible saberlo. Pero como en el ejemplo del reto a cambio de dinero, pasó cuando yo decidí que pasó.

Una especie de conclusión

El diseño de cualquier cosa es un camino ondulante con mil ramificaciones. Creo que analizarlos en comparación a las paradojas y ejemplos que describí nos puede ofrecer algún tipo de alivio en momentos donde la confusión es total.

Las ideas crecen, cambian y muchas veces lo hacen solo para volver a su origen, pero transformadas. ¿Le suena a los griegos ese recorrido?

¡Gracias por leer!