«¡Esta idea es la idea definitiva!» -No tan rápido…

¡Hola! Bienvenidx a “¿Por qué? No hay por qué”, un newsletter sobre diseño de juegos donde no siempre escribo sobre diseño de juegos.

Durante el desarrollo de un juego hay un obstáculo que aparece constantemente, la implementación de nuevas ideas. Una nueva idea que aparece como salvadora y termina siendo una piedra en el camino más adelante. Hoy voy a tratar de dejarte dos reglas que me ayudan a diferenciar las que suman del resto.

Ojalá te funcionen a vos también.


Más simple es más difícil

En el delicado equilibrio que tenemos que mantener durante el desarrollo de un juego nada pesa más que la implementación de nuevas ideas. Para peor, mientras más minimalista es el juego (o proyecto) mayor fuerza desestabilizadora tiene la incorporación.

Un buen ejercicio para comprobarlo es pensar en dos juegos con distinto nivel de complejidad y/o componentes e intentar crear una nueva regla o añadir un elemento a cada uno. En general vas a encontrar que los juegos minimalistas soportan menos la intromisión que los complejos. Creo yo que porque las ideas no tienen donde esconderse.

Pero a no desesperar, acá te dejo los dos conceptos a los que vuelvo cada vez que analizo nuevas ideas. Como siempre, espero que puedas encontrarles utilidad incluso fuera del ámbito del diseño de juegos.

1. Somos máquinas optimizadoras

Aunque más de un espécimen y casi todas las organizaciones lo desmientan, lxs humanxs hemos evolucionado en dirección a la eficiencia. Siempre estamos en búsqueda del camino más rápido y la mejor oferta, ante 2 opciones siempre vamos a elegir la que proponga el menor costo energético.

Así, el MP3 es el medio de almacenamiento y reproducción de audio más extendido del mundo, porque priorizamos accesibilidad por sobre calidad. Y también por eso hay que poner cartelitos de “no pise el césped” cuando entre un punto A y otro B, el camino más rápido no es el asfaltado.

¿Porqué es importante?

Si tu juego, a través de una regla o combinación permite un atajo de cualquier tipo, tarde o temprano alguien lo va a encontrar. Y el peligro de los atajos en un juego es que destruyen el balance que pretendemos construir.

No podemos (ni deberíamos) confiar en que lxs jugadorxs vayan a esquivar el atajo en búsqueda de una experiencia más “divertida”. Pueden hacerlo una, dos, tres veces, pero si el atajo está ahí, cuando las papas quemen al final de una partida y el resultado esté cerca, alguien lo va a usar. Y quien pierda va a declarar, con justicia, “este juego está roto”.

Para muestra sirve un botón.

Alguna vez escuché por ahí que una estrategia al diseñar parques públicos es dejar el asfaltado de los caminos para el final. Permitir que la gente se desplace libremente por el espacio por un tiempo y recién durante la última etapa, y usando las marcas que dejó el paso del público por el pasto o tierra, delimitar y asfaltar los caminos.

Conclusión: Lo primero a chequear con nuevas reglas es que no cree atajos y mantenga el balance entre las distintas fuerzas en juego.

2. Intuición > Razón

Hay una metáfora que me gusta mucho para ejemplificar este título. Es de Jonathan Haidt (“The happiness hypothesis”) y dice que cuando tomamos una decisión somos como un elefante y su jinete. El elefante es nuestra intuición, emociones y necesidades básicas, mientras que el jinete representa la capacidad analítica, guiada por hechos y racional.

Si el elefante quiere detenerse a tomar agua, no hay fuerza o argumentos suficientes para que el jinete lo pueda hacer cambiar de idea.

La posta es que no deberíamos subirnos a un elefante por empezar. No hay necesidad.

Frente a un tablero de juego somos también elefante y jinete, si una regla nos resulta contraintuitiva o simplemente hace “ruido”, no hay justificaciones suficientes para saltar esa brecha. Este es un problema clásico de las “reglas parche”, que funcionan para solucionar un problema a menudo generado por otra serie de reglas previas que no terminaban nunca de cuadrar con la intuición.

¿Porqué es importante?

Las mejores reglas (para mi) son las que se explican mejor con un ejemplo que enunciado. Creo que es porque cuando mostramos un par de ejemplos claro que logran transmitir sin ambigüedad una regla le estamos hablando al jinete (que escucha con la razón) pero apela a las inclinaciones naturales del elefante (la intuición).

Mi técnica preferida para comprobar si una nueva regla es o no intuitiva consiste en hacer una demostración de la misma a través de un ejemplo concreto. Y acto seguido presentar un nuevo problema que la utilice, pero dejando una pausa entre la preparación y la explicación para ver si el jugador novato siente la necesidad de darnos la respuesta antes que lo digamos nosotros. Si es así, AÚN cuando la respuesta pueda ser errónea, lo tomo como una buena señal porque indica que hay comportamientos intuitivos en la mecánica que estoy diseñando. Si recibo una mirada perdida, siento que estoy en problemas.

Conclusión: para que una regla sea sólida, tiene que poder ser asimilada a nivel intuición.

Conclusión

Como vimos en ediciones pasadas, la solución en general se reduce a pensar si la nueva regla se apila sobre otra o la reemplaza.

Si se apila suele significar problemas, y recibe un trato acorde. La manejo como el elemento altamente volátil que es, en un espacio de prueba seguro donde sé que no va a contaminar lo que vengo construyendo con tanto cuidado. Recién cuando compruebo que es estable y verdaderamente aporta valor, pienso en incorporarla seriamente a la mezcla.

Asi si.

Mis nuevas reglas para juegos en desarrollo trato de que no se apilen, sino que “encajen” o “reemplacen”. Espero que las dos ideas que describí en este newsletter te ayuden en caso de que coincidamos en el estilo de diseño. Y si no coincidimos, me encantaría conocer tus estrategias.

¡Gracias por leer!


Torneo de Sendas: ¡Tony la T tiene dueño!

El Torneo de Sendas Online de Abril fué un éxito. Si querés ver las eliminatorias, ya está subido el video a Youtube.

PucheRap se alzó con la victoria final coronándose campeón superando contrincantes del más alto nivel a lo largo de 6 días de partidas donde su peor resultado fue un empate. Lo que se dice, un titán.

¡“Tony la T” ya está en manos de Puche!

La pregunta que queda en el aire es ¿Cuándo es el próximo torneo y cuál es el premio?